GESTIÓN EDUCATIVA O GESTIÓN ESCOLAR
LOS NIVELES DE GESTIÓN EN EL
SISTEMA EDUCATIVO COLOMBIANO
Para acercarnos a la discusión sobre el
tema de la Gestión Educativa, debemos necesariamente, precisar el enfoque
de gestión que se emplea, pero también la realidad de las prácticas concretas
de gestión y desde allí mirar la forma como se configura dicho modelo en
la Entidad Territorial Certificada en Educación y en la Institución Educativa.
La movilización de los recursos que la
sociedad y el Estado definen y destinan para el logro de los fines educativos
y la dinámica de los procesos sociales de educación,
necesariamente implican la construcción, tanto conceptual como metodológica y
técnica, de un sistema que permita estructurar, orgánicamente, el que hacer
educativo social, como también de unas concepciones y prácticas que permitan
direccionar o conducir ese sistema hacia los fines propuestos por la sociedad.
La gestión se entiende de múltiples
maneras, tanto desde la evolución de las teorías y prácticas de la
planeación y administración organizacional, como desde la configuración
de las teorías de la administración alrededor de lo educativo, ha tenido
una evolución ligada al avance y redefinición de estas mismas teorías,
transitando desde las concepciones clásicas de la administración de Taylor y
Fayol, aplicadas a la organización educativa y más recientemente se llegado a
la configuración de lo que se denomina la gestión educativa. [1],
La gestión educativa se concibe
actualmente como una disciplina práctica en construcción[2]
y tiene sus antecedentes en la incorporación de la discusión sobre la
administración de los recursos que la sociedad y el estado disponen para
concretar o realizar el fin educativo; para ello integra dos grandes
elementos, por un lado el desarrollo de las teorías de la administración
en general y segundo su aplicación a la organización educativa, entendida
esta como el sistema educativo nacional que se organiza para prestar y
garantizar el derecho a la educación. En palabras de Casassus “La observación
de las prácticas de gestión muestra que de ellas emerge una forma de concebir
las acciones de los seres humanos en sociedad, es decir, la acción dentro de
conjuntos organizados (las organizaciones). Dentro de ellas, las acciones de
los seres humanos están fuertemente influenciadas por los marcos reguladores
que operan a través de mecanismos de gestión. Entre otras cosas, esto implica
que cada forma de gestión está basada en una interpretación de la acción. Esto
también equivale a decir que cada tipo de gestión contiene implícita o
explícitamente una teoría particular de la acción humana. Cada forma de gestión
diseña espacios y formas de acción humana.”
“Las definiciones anteriores ponen
de relieve el hecho de que la gestión tiene que ver con los componentes de una
organización en cuanto a sus arreglos institucionales, la articulación, de recursos,
los objetivos y, por sobre todo, las interrelaciones entre las personas en la
acción. Por ello, reitero la noción de que implícita o explícitamente, los
modelos de gestión se fundamentan en alguna teoría de la acción humana dentro
de las organizaciones y que es necesario comprender esto para entender
adecuadamente los procesos de gestión.”[3]
Explicitando en este mismo ensayo,
como la gestión en el ámbito educativo ha transitado por siete marcos
conceptuales a saber: la visión normativa, la visión prospectiva, la visión
estratégica, la visión estratégico- situacional, la visión de la calidad total,
la visión de la reingeniería, la visión comunicacional; concluyendo que esta
evolución o transito ha permitido la emergencia del sujeto como actor de la
gestión y adicionalmente la organización escolar como escenario de la gestión
educativa, todo ello en el marco de procesos de redefinición y reconstrucción
de los sistemas educativos nacionales que han dado paso o transito a la
desconcentración y descentralización de los sistemas y sus funciones,
fundamentalmente a partir de la década de los noventa del siglo pasado, lo que
inminentemente resta importancia al papel planificador y direccionador de la
política pública educativa al estado central y pone en juego las
entidades territoriales como administradoras, que no gestoras, de la educación
en su jurisdicción.
No obstante esta tendencia a nivel
latinoamericano, Colombia a partir de la Ley General de Educación de 1991
inicio un camino de desconcentración y descentralización que fue rápidamente
frenado por la promulgación de la Ley 60 de 1994 y posteriormente por la Ley
715 de 2001; pues si bien allí se determinan claramente los roles y
funciones de los niveles del sistema educativo, colocando el papel de diseñador
y planificador de la política pública educativa al Estado central en cabeza del
Ministerio de Educación Nacional, a las Entidades Territoriales como
administradoras de recursos y ejecutoras de políticas y al Establecimiento
Educativo como instancia real y concreta de la realización y prestación del
servicio, en la practica el Establecimiento Educativo queda limitado en su
autonomía administrativa y de planeación pues solo puede gestionar los recursos
en los estrechos marcos normativos y técnicos que definen la Nación.
Pero aquí en principio lo que nos
interesa realmente es mirar este proceso a nivel nacional, definiendo los
niveles de gestión en el Sistema Educativo Colombiano.
La organización especifica del sistema
educativo colombiano se encuentra plasmada normativamente en la Ley 715 de
2001, ella establece la distribución de recursos y competencias para la
prestación del servicio educativo.
Así, en primer término define lo que
aquí denominaremos niveles de gestión educativa en el sistema educativo
colombiano: Nivel Nacional, Nivel Territorial, y Nivel Institucional.
Al nivel nacional le corresponde
el direccionamiento estratégico del sector por medio políticas de desarrollo
sectorial, regula la prestación del servicio educativo estableciendo normas y
criterios técnicos, distribuye recursos, vigila el cumplimiento de la
normatividad vigente para el sector, evalúa la gestión en el sector de
las Entidades Territoriales Certificadas en Educación.
Al nivel Territorial define que
las Entidades Territoriales Certificadas en Educación (94 para 2013) son las
responsables de dirigir, planificar y prestar el servicio educativo,
administrar los recursos destinados para la prestación del servicio: plantas de
personal, plantas físicas, recursos financieros etc., además de ejercer
la inspección, vigilancia y supervisión sobre la prestación del servicio.
Es decir en las entidades territoriales
ocurre el proceso central de administración del recurso humano del sector
educativo, procesos que incide en el desarrollo de factores fundamentales en la
calidad del servicio educativo que se presta a los estudiantes.
El segundo informe del primer estudio
internacional comparativo sobre lenguaje, matemática y factores asociados, para
alumnos de tercer y cuarto grado de la educación básica, realizado por el
Laboratorio Latinoamericano de la Calidad de la Educación (Santiago de Chile,
OREALC), publicado en octubre de 2000, ofreció interesantes resultados,
producto de asociar las calificaciones obtenidas en una prueba de conocimiento
en esas áreas, con nueve factores del rendimiento observado, y llegó a una
conclusión que resulta de especial relevancia para enmarcar la gestión del
recurso humano en las Entidades Territoriales:
“
“La combinación de los factores
estudiados explica más de tres cuartas partes de las variaciones observadas
entre los resultados de las pruebas, lo que confirma algo muy importante: que
el éxito escolar no proviene ni exclusiva ni principalmente de atributos
innatos o hereditarios, si no que está asociado con elementos que pueden ser
modulados a través de políticas, estrategias y acciones que refuercen a las
escuelas, a los profesores, a la gestión escolar, y a las instancias de
participación social”[4]
“”de texto) (1)
Concluyendo que el 75 % de la
calidad de la educación estatal dependen de la gestión que debe desarrollar la
Entidad Territorial en procura de reforzar los logros de los planteles. De
igual manera, tres de los nueve factores asociados a la calidad identificados
por el estudio como positivos se relacionan con los docentes y directivos
docentes de las instituciones educativas, pero no en cuanto a su relación
cuantitativa con los estudiantes o con el grupo, sino en aspectos como su
perfil profesional, sus condiciones de trabajo, la ética y la percepción que
tienen sobre el aprendizaje de los educandos. En consecuencia, el proceso
de administración de planta docente en las Entidades Territoriales Certificadas
en educación es responsable del componente que mayor impacto tiene en la calidad
de la educación, es decir, los Docentes. No obstante, también es
importante resaltar como se ha
ido trascendiendo en los análisis de
este enfoque de factores asociados.
Por último, al nivel Institucional le
corresponde la prestación efectiva y real del servicio. Tema que abordaremos en
la siguiente publicación.
Así, al existir tres niveles de
organización del sistema educativo colombiano, con competencias claramente definidas
y diferenciadas, entonces también decimos que existen tres tipos de gestión
educativa en el sistema: a cada cual le corresponde movilizar diferentes tipos
de recursos según competencias definidas.
Gestión Estratégica Educativa desde la
perspectiva de la política pública educativa en el nivel nacional, Gestión
Educativa Territorial desde la perspectiva de la administración de recursos en
nivel territorial y por ultimo Gestión Educativa Escolar desde la perspectiva
del Establecimiento Educativo, concebido como espacio en donde se realiza el
derecho a la educación.
Pero sin lugar a dudas, el nivel más
importante de la gestión Educativa es el que se concreta en el Establecimiento
Educativo, por eso es necesario hablar en concreto de Gestión Educativa
Escolar, como aquella que se encarga de abordar sistemáticamente la
movilización de recursos de la organización escolar, hacia el logro o
cumplimiento de los de los fines de la Educación, definidos
constitucionalmente y de la concreción y garantía del Derecho a la
Educación, su realización y desarrollo.